Lo que no sabías de la Periodoncia
Las encías sanas se caracterizan por un color rosado pálido, ubicadas a nivel de las coronas dentarias, sin sangramientos ni inflamación. El sarro, que contiene miles de bacterias, provoca las diferentes Enfermedades Periodontales.
Las Enfermedades Periodontales son aquellas que afectan a la encía y al hueso que soporta nuestros dientes. Existen dos variantes: Gingivitis y Periodontitis.
La Gingivitis, se caracteriza por una inflamación de la encía de carácter reversible, provocado por la presencia de sarro y bacterias las que, al ser eliminadas, devuelve las características sanas de la encía. Un buen control de cepillado y la realización de higienes de rutina cada 6 meses evita la aparición de esta enfermedad.
La Periodontitis, se caracteriza por una pérdida del soporte del diente provocado, entre otros factores, por la presencia de larga data de sarro y bacterias. La presencia prolongada en el tiempo del sarro provoca un aumento de la respuesta inmune lo que provoca la activación de células que van reabsorbiendo el hueso hasta que la pieza dentaria se pierde. Su tratamiento consiste en la eliminación del sarro a través del destartraje, como también limpiar las superficies de las raíces de los dientes para descontaminarlos y promover la adherencia de la encía a éstas.
Existen diferentes técnicas de cepillado pero la más eficiente es colocando el cepillo inclinado con respecto a los dientes, las cerdas hacia la encía y realizar movimientos cortos de no más de 4 dientes, comenzando primero por fuera de éstos para continuar luego por dentro. Es importante realizar una higiene de manera ordenada, para que así no quede ningún diente sin limpiar. Siempre usar cepillos suaves para evitar daños en la encía y dientes.
Para limpiar los dientes entremedio, existen las sedas o hilos dentales y los cepillos interproximales. Los primeros se utilizan cuando los dientes están juntos, removiendo los restos de alimentos al realizar movimientos con la seda de adentro hacia fuera y de arriba abajo. Los interproximales son utilizados en casos en que los dientes están más separados y donde la seda queda más suelta. Estos cepillos poseen cerdas que permiten la limpieza de las caras laterales de los dientes.
Cuando se utilizan cepillos duros o hay bruxismo, se producen las recesiones de las encías. Estas recesiones provocan hipersensibilidad dentaria y detrimento estético debido a la exposición de las raíces. Esto ocurre por una pérdida del hueso externo que cubre al diente. Dado que el hueso es el que nutre a la encía, si el hueso retrocede, la encía lo sigue para obtener su nutrición. Es por esto que la encía retrocede. Para recuperar su ubicación, es posible realizarlo a través de diferentes técnicas quirúrgicas ambulatorias permitiendo la reposición de la encía afectada, eliminando la hipersensibilidad y mejorando el aspecto estético de la encía y su relación con los dientes.
El tratamiento de la Periodontitis consiste en la realización de una primera etapa no quirúrgica, donde se efectúa el Destartraje (eliminación del sarro), Pulidos Radiculares (Limpieza de la raíz del diente) y Profilaxis (Eliminación de tinciones). Luego de esta primera etapa, esperamos 6 semanas hasta que la encía se recupere y que ésta se adhiera a nuestros dientes nuevamente. Luego de ese tiempo, volvemos a evaluar el estado de la encía para luego comenzar con una etapa de Mantención Periodontal. Esta etapa es de suma importancia, ya que las enfermedades periodontales pueden volver a ocurrir. Los controles periódicos cada 4 o 6 meses permiten la detección precoz de reaparición de la enfermedad o evita la aparición de ésta al realizar higienes de rutina que permiten obtener condiciones óptimas para mantener una encía en condiciones de salud.